El día estaba soleado al salir de Puerto Varas, después de tantos días de lluvia, un día con sol consistente era muy apreciado. La ruta al Paso General Samoré inició por la 5 hasta tomar la 215. A pocos kilómetros del cruce nos encontramos con la primer sorpresa: El Museo del Automóvil Moncopulli, un hombre muy amable nos invitó a seguir al restaurante a comernos una deliciosa trucha a la mantequilla, mientras nuestras mentes se preguntaban inquietas que había en este museo.
The day was sunny on leaving Puerto Varas; after many days of rain, a day of sun was much appreciated. The route to General Samoré Pass started via Route 5, and then route 215. A few Km from the start of the latter we came across the first surprise: the Automobile Museum of Moncopulli. A genial gentleman invited us to the restaurant first where we enjoyed a delicious trout au beurre, meanwhile we were wondering what the museum had to offer.
Allí encontramos una colección muy grande de carros, especialmente Studebaker, los favoritos del dueño, por ser los carros de su padre. Ver esta colección fue delicioso, no solo al poder comparar modelos de la misma línea, sino por la posibilidad de ver varios carros, diversos objetos y escuchar música de los 50´s y 60´s.
There we found a huge collection of cars, especially Studebakers, the favourites of the owner, because his father had owned one (or more). Seeing the collection was marvellous, not only because one can compare many models of the same make, but also see other cars, various historic ítems, and hear music from the 50s and 60s.
Continuamos el camino hacia la frontera, atravesando el Parque Natural en Chile, un paisaje de bosque, roto por una que otra cascada y ríos cristalinos, sonido de los pájaros, una pista deliciosa, un ascenso suave y el viento de fondo, sencillamente “tranquilo”. Luego los picos nevados hicieron su presencia en la frontera y cambiaron drásticamente el paisaje. Un suave descenso, sumado a una experiencia amable en la Migración Argentina nos dieron la bienvenida al País. Nuevamente Parque Natural Nahuel Huapi y otro paisaje hermoso, acompañado por los lagos, ocupó nuestro tiempo.
We continued on the road to the border, crossing the Chile Natural Park, vistas of forest, broken by the ocasional waterfall and by crystalline rivers, the sounds of birds, a marvellous road, a gradual ascent, and the wind at the pass, simple “tranquil”. Later the snowy peaks announced the border and the scenery changad drastically. A smooth descent, to the friendly welcome of the Argentina border post. Then Natural Park Nahuel Huapi, and beautiful lake scenery occupied our senses.
La primera población encontrada fue Villa la Angostura, un lugar eminentemente turístico y pintoresco, con precios escandalosamente altos y con algún chocolate rico. Continuamos bordeando el Lago del mismo nombre hasta llegar a San Carlos de Bariloche, directo al hotel y al restaurante.
The first population encountered was Villa la Angostura, a place eminently picturesque and touristic, with scandalous prices and delicious chocolate. We continued along the lake, also called Nahuel Huapi, to arrive at San Carlos de Bariloche, straight to the hotel and its restaurant.
San Carlos de Bariloche, es una ciudad para el turista, llena de tiendas, llena de gente y de ofertas de todo tipo. Su ambiente Casi Alpino invade la arquitectura y resulta “Gracioso”. La ciudad capturó tan solo unas horas de nuestro día y en ellas encontramos el tejido poncho de mejor calidad que hemos visto en Argentina. Dos hombres descargando su pequeño carro en la playa, procedentes de Santiago del Estero. El Poncho es hecho por ellos y sus esposas y ellos viajan 1000 km para venderlos en las ferias de los sitios más turísticos.
San Carlos de Bariloche is a city for the tourist, full of shops, people, and offers of every kind. Its quasi-Alpine ambience influences the architecture with a curious impact. The city captured only a few hours of our day, during which we encountered the best quality woven poncho which we had seen in Argentina. Two men unloading their pickup on the beach, having arrived from Santiago del Estero; the poncho, along with other ítems, had been woven by their wives, and they had driven 1000 Km to sell these in the fairs of the most touristy locations.
Dedicamos nuestro tiempo a recorrer los parques cercanos, las fotos lo dicen todos, para nosotros fue un día de tranquilidad, aire limpio y pájaros hermosos.
We spent our time in the nearby parks, the photos telling the store; for us it was a day of tranquillity, clean air, and beautiful birds.
Cerramos el día con una Cena en el Rincón Patagónico, un restaurante de comida tradicional, afuera de la ciudad, en donde nos comimos un cordero a la estaca absolutamente rico. Lo mejor de la experiencia fue haber conocido a Ignacio, un hombre brillante y loco, capaz de leer a sus clientes y construir relaciones amorosas en un instante. Hasta hoy que publicamos este post, debe estar pensando que somos unos ingratos, pero no Ignacio, aquí estamos pensando en ti, con una gran carcajada en nuestra cara.
We closed the day with dinner at the Rincón Patagónico (Patagionian Hideaway), a restaurant offering tradicional food, outside the city, where we enjoyed a lamb on the stake (grilled lamb) which was excellent. The best part of the experience was meeting Ignacio, and brilliant and crazy guy, capable of reading his clients and building friendly relationships instantly. Until today’s post you must have thought us ungrateful, but no, Ignacio: here we are thinking of you, with a huge smile on our faces.
P.D. Nos comimos unas frambuesas envueltas en chocolate, en Rapa Nui, absolutamente deliciosas, no dejen de probarlas.
P.S. We ate raspberries covered in chocolate, in Rapa Nui, absolutely delicious, you have to try them.
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